Nuevos Comienzos

coche otoño bmw

Nuevos Comienzos

Damos como iniciada una nueva etapa habiendo superado el verano y llegando la estación del otoño. Con ello, volvemos a la actividad, a los ruidos propios de una ciudad que alteran la calma en la hemos vivido en el periodo de vacaciones.


Llega el momento de madrugar, del desayuno, de las pastillas para los diferentes dolores, de las vitaminas para soportar el estrés.

Comienzan esas obras en las calles, el murmullo de personas que hablan en la parada del autobús, ¡Qué gritan en la cafetería!, etc…

Hemos despertado a nuestros hijos, hemos despertado a los nuevos proyectos que ayudan a la mente a vivir ocupada,  a seguir viviendo ilusionados hasta que tomamos posesión de nuestro coche, momento que emerge la persona malhumorada que hasta ese instante estaba en calma.

Ahora comienza un nuevo devenir de ideas, de contacto con la jungla de automóviles que se concentran en los atascos de la calle debido a lo poco que se mantiene en verde el semáforo.

Vuelves la mirada a través del retrovisor y fijas tus ojos en los niños, quienes se convierten en los compañeros más guerrilleros. Instante en el que por la mente han pasado un montón de ideas, todas ellas para acabar estresado sin haber iniciado el trabajo.

Llegamos al colegio y, el atasco es mayor…
Coches en doble y triple fila….

Está claro, llegamos tarde por culpa de la luz ámbar del semáforo, o debido a los listos que se cuelan cuando el atasco nos obliga a frenar…

«Esto es intolerable» 
¡Escuchas desde otro automóvil!

Planteamos la excusas para no sentirnos culpables de nuestra actitud al volante, a pesar de ser responsables todos y cada uno de nosotros de esas alteraciones cuyo estilo de vida nos hace que perdamos la paciencia, que perdamos la humanidad con la que debemos tratar nuestro entorno.

Volvamos a nuestro espacio en la conducción: es imposible comprender plenamente que motiva esa actitud al volante, qué nos obliga a ser quienes no somos.

Tal y como mencionamos antes, es el coche que conducimos, con quien compartimos nuestras aventuras diarias, y será el medio más compartido que se pone en contra nuestro: ¡Siempre se avería, siempre hay que ponerle componentes nuevos!…
Nunca recordamos que sus neumáticos se agarraron al firme,o que los frenos actuaron perfectamente, o cuando sus amortiguadores aportaron seguridad durante el viaje, o, el cómodo asiento que nos permite hacer un viaje excelente….

Pero si tenemos que vigilar algo importante, eso es el componente emocional, el más difícil de controlar: nuestro nivel de estrés en el automóvil, éste es nuestro peor compañero de viaje. Resultando uno de los  momentos de mayor peligro al volante, cuando perdemos el control y nos lleva a no manejar la situación con calma.

Como lo que debemos buscar en toda batalla que se precie es un aliado, vamos a considerar la música como uno de los placeres para conducir, siendo la mejor medida para apaciguar las fieras.

Una vez hemos pasado al estado zen, preparémonos con anterioridad a la lucha diaria, a disfrutar con lo que nos aporta nuestro automóvil.

Ya solo nos queda esperar hasta el próximo mes y demostrar nuestra capacidad de no alterarnos ante las circunstancias que vivimos en el día, para que resulte perfecto.

Ahora depende de todos nosotros hacer que los días resulten más amenos.